Fotografía y arquitectura
La arquitectura moderna es tan diversa que nos ofrece una amplia gama de formas, diseños, texturas y colores. Los edificios se pueden transformar en modelos de imágenes abstractas, documentales, o en el trasfondo de la fotografía de moda.
No por casualidad que la recreación fotográfica de exteriores e interiores de construcciones singulares, sea una práctica cada vez más usual entre los creadores, y que los artistas visuales colaboren con frecuencia con los arquitectos.
Por otra parte, seguramente no existe mejor metáfora de la modernidad ni de sus avatares históricos que las obras arquitectónicas que han sido celebradas. Desde los inicios de la historia de la fotografía, la arquitectura ha sido la mejor aliada del fotógrafo.
Fotógrafo de arquitectura
Por sus características físicas, los edificios por naturaleza estáticos y a la vez animados por un baño de luz natural, se transforman en un tema mucho más fiable que la figura humana. No obstante, la atracción de los primeros fotógrafos hacia la arquitectura se amortiguó cuando la tecnología comenzó a permitir una cada vez más satisfactoria temática animada
Hacia finales del siglo XIX, la fotografía de arquitectura pasó a ser en una especialidad cuyo objetivo era documentar la obra del arquitecto para una publicación generalmente.
El fotógrafo profesional de arquitectura aun existe y, con brillantes excepciones, ofrece a sus clientes imágenes que llevan implantado un modelo estilístico muy determinado: por un lado tomas exteriores brillantes, iluminadas con luz natural y de otro, interiores iluminados de manera uniforme con medios artificiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario